Estaba por llegar al acceso sur de la ciudad de Eldorado, en Misiones, cuando uno de los pasajeros que viajaba en el piso de arriba del micro empezó a gritar y a golpear su ventana con fuerza.El chofer, advertido de la situación, decidió parar al costado de la ruta hasta que todo se calmara. Fue entonces que el hombre tomó el martillo de emergencia, rompió el vidrio y se tiró frenéticamente.
Pero la escena no terminó ahí. Al caer, este hombre de 35 años, que más tarde sería identificado por la policía como Eduardo Rubén Toribio, comenzó una carrera contra sus perseguidores a campo abierto y hacia la nada. Su justificación fue que lo perseguían los fantasmas, pero el resto de los presentes no vio nada.
La policía encontró al hombre a metros del empalme de la avenida Del Fundador con la ruta 12.Estaba escondido en medio del monte, todavía en plena persecución. Una vez en la comisaría, le dijo a al médico que lo atendió que todo había comenzado al sentir un olor similar al del azufre. ¡Esa fue la señal de los espectros! Es cuestión de CREER O REVENTAR.
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